San Juan el Santo Pagano / Soria a un palmo del cielo.
España 1997 - 1998.
FINALIST “II Certamen de Artes Plásticas de la Fundación Villalar-Castilla y León” Sede de las Cortes de Castilla y León. Valladolid, España. 2009.
FINALIST “VIII Concurso Fiestas de San Juan, 98”. Sala de Exposiciones Caja Duero, Soria. España. 1998.
2º Premio VII Concurso “Fiestas de San Juan, 97” Caja Duero, Soria. España. 1997.
“Una mirada desde la otra orilla”
(Fragmentos del libro “San Juan el Santo pagano. Soria 1998”)
Soria estalla, una vez al año, en alegría, bulla, regocijo, algarabía y juerga. San Juan debe perdonar, desde las alturas, más de un exceso propiciado por esa amalgama de sudor, vino, música, baile, sangre y toros que se derrama por toda la ciudad….
…. La cámara de Ney ha participado de todos los avatares de las fiestas desde sus adentros, y lo ha hecho con insolencia, con descaro, con esa desvergüenza que caracteriza a los reporteros de raza. Y aquí está el resultado. Un torbellino de imágenes palpitantes, temblorosas, expresionistas, dotadas de una energía comunicativa que explota sobre el papel, todas ellas captadas con el estilo nervioso de la improvisación, alumbradas entre una multitud en delirio….
…. El breve tratamiento de la corrida en esta colección de imágenes nos remite a una mirada goyesca, de misteriosas sugerencias en las sombras, donde, entrevistos lances se
muestran incompletos, donde impera la fragmentación del espacio y el riesgo compositivo que huye de lo explícito….
…. Me pregunto si, parafraseando a Frank, este libro podría definir, en su complejidad y en la multiplicidad de sus retratos, un modo de ser diferencial de los Sorianos. Contrariamente al fotógrafo suizo, que se incrustó en la vida monótona, gris y cotidiana de los ciudadanos de Norteamérica durante dos años. Ney ha retratado la resurrección de la carne, un éxtasis, un estado de gracia, una locura, una transfiguración. Todo ello concentrado en un lugar y en un tiempo concreto –Las Fiestas de San Juan de 1998 en Soria-….
…. Tenía ganas de llegar a esta desnuda conclusión. Afirmar, sin rodeos, que este libro de José Ney es, por añadidura y sobre todo, la obra de un poeta visual.
Lorenzo Soler.
En Calatañazor (Soria) y Barcelona, 1999.