Introducción

Corría en Cuba el final del decenio de los años ochenta, una etapa que podría ser llamada como la década de oro, porque remite a un período de relativa solvencia, dentro de la crisis económica continuada en la Isla, desde 1959 hasta esos días. No obstante, esa expresión que, vista en este contexto, sugiere un supuesto período dorado, queda bien lejos de su real significado....

....Una situación que coincidía con algunas legislaciones de último momento que, aunque pequeñas, al ser clasificadas dentro de lo que significa la palabra libertad, representaban mínimos resquicios de vida digna dentro de una gran cárcel rodeada por las aguas del océano Atlántico y del mar Caribe....

...Los medios de comunicación, controlados por el Estado, siempre formaron parte de la manipulación sistemática de la información y de todos los temas, basándose en la tergiversación de los hechos publicados, para disfrazar, o desviar la atención en otras direcciones con todo lo que pudiera ser una prueba de la ineficiencia de las directrices o decisiones de la dirigencia de la dictadura, a cualquier nivel.

Un mecanismo estatal encaminado a lograr lo que el régimen consideraba en su momento la formación del “hombre nuevo”, y todo aquel que no simpatizaba con estos argumentos, era considerado “gusano”, una denominación despectiva hacia quienes disentían, aunque fuera tímidamente, que era transmitida desde la cúpula más alta de esa “monarquía” auto titulada como comunismo, o socialismo, y en ocasiones sólo revolución, según la conveniencia del discurso....

....Y lo que nunca se pudo imaginar. Llegaba a la Habana en aires frescos desde la Europa del Este y, directamente, desde el sostén de los llamados países socialistas, una palabra que sorprendía al mundo: Perestroika.

Pero esta vez, no como la amenaza de destrucción que creó la crisis de los misiles en la Cuba de los años sesenta, sino en forma de reformas para mejorar un sistema carcelario que necesitaba un cambio, sin hacer guerra o derramamiento de sangre.

En ese contexto, en 1989 ocurrió el encuentro entre el Presidente del Soviet Supremo de la extinta Unión Soviética (URSS), Mijaíl Gorbachov, y el Presidente cubano, Fidel Castro, que marcaría un antes y un después en la historia del planeta.

Y mientras sucedía todo esto, comenzaban a publicar mis fotografías en uno de los diarios de la capital, donde estuve poco más de cuatro años, hasta el momento en que pedí mi renuncia. Durante ese tiempo estuve al lado de personas de las que aprendí mucho y admiro hasta el día de hoy, pero también con otras, con las que pude ver y escuchar el funcionamiento detrás del telón....

....A lo que el régimen llamó “período especial” yo intenté representarlo en el orden de sus nuevas directrices, con las Series “Apuntes de una historia encantada”; “En tiempos de Nupcias”; “Cuentos Largos-Cortos” y “Café Cubita” o (Los niños nacen para ser felices), complementando una narrativa de mis experiencias visuales en imágenes y reflexiones, que en estos momentos los presento en forma de libro: “Cuba, crónicas de los 90”.